Tribuna Humanista desea contribuir a la defensa del ser humano y del planeta. Como no hay defensa posible del ser humano si nos limitamos a mendigar pan y trabajo –extremo al que ya hemos regresado, al punto de que ya hay gente que confunde lo justo con lo mínimo–, esta publicación digital apunta a su desarrollo máximo, hoy sacrificado en el altar de intereses imperdonablemente rastreros. Y por cierto, amigos, que ese desarrollo máximo requiere como condición una planeta sano, como el que recibieron nuestros antepasados, como el que estamos llamados a curar so pena de que nuestros hijos tengan que malvivir como sombras numeradas en un gulag global, faltos de aire, de agua y de buenos alimentos, donde ya no tendrá sentido hablar de libertad ni de dignidad. Con sus valores en crisis y sometida al imperio del dinero, nuestra civilización ya no da más de sí. Y el humanismo bien podría ser la filosofía de último recurso, un poderoso antídoto contra la barbarie reinante, probablemente el único disponible tras el fracaso de la religión, la perversión del comunismo y la caída del liberalismo en la ciénaga neoliberal. Aunque vago e inarticulado, el humanismo –la parte buena de la herencia recibida, el rescoldo de pasadas victorias de la humanidad–, vive hoy en el corazón de millones de personas, como prueban las impresionantes oleadas de indignación que recorren el planeta.